El primer objetivo de estas hermanas era afeminar a este peredor. Por supuesto que a él de entrada no le hizo ni pizca de gracia. Le ponen un collar de color rosa de esos típicos de las fiestas de pueblo, cumpleaños, o cualquier otra fiestecilla. El esclavo se muestra molesto y se rebela. Ha cometido una imprudencia como esclavo. Ahora tocará humillarlo como a un perro. O no, más bien les hará de caballo. A pasarle por encima y pisotearlo como si fuera basura. Sintió el poder los pies femeninos como nunca antes lo hubiera imaginado. Sin embargo parece que él empieza a excitarse viendo los pies de estas dos hermanas. En cuanto se daron cuenta, lo pusieron contra el sofá a darle unas buenas palmadas en el culo. Y viendole asi…a una se le ocurre meterle un palo por el recto y le pide que piense en que se la está clavando un tio. Cuando estas chicas sacan su imaginación uno se puede dar cuenta de que están realmente locas. ¡Humillante!