El esclavo en cuestión sabía perfectamente los gustos de su Ama. A Ella le encantan las botas altas. Ya le había echado el ojo a un par que hacía tiempo que las quería tener. Eran bastante costosas…pero nada que no estuviera al alcance del bolsillo de su esclavo ¡Isabella ya tiene botas nuevas y listas para enseñar!