Increíble y espectacular chica la del vestido negro, que saliendo de un bar de lujo, decide darle el goce a uno de sus fan-esclavos el privilegio de comerle los pies.
Ella sabe muy bien que a él le gusta, y para no subirle a las nubes, le suelta un par de patadas en los huevos para que no se suba demasiado…Puede que a él le duela un poco, ¡pero esta chica de compasión no tiene nada! Que bonito és ver escenas fetichistas y/o humillantes en plena calle.