Jenny sale de paseo, pero tiene sus propias normas. En este vídeo ella mismo nos dice sus caprichitos. Un buen masaje para ver cuánto adora el sumiso sus propios pies y si tiene manos. Una vez que los pies han entrado en calor, ella ordena que le limpie los zapatos…con la lengua. “Vamos…¿no te gustan? ¡Pero si son unos zapatos preciosos!”
Trata a sus esclavos de una forma humillante, vale más no andarse con rodeos.
“Ok, me pondré los zapatos de nuevo. Ya te avisaré cuando quiera volver a ir descalza para lamerme y limpiarme de nuevo los zapatos”